viernes, 11 de febrero de 2011

Dicen que los peces tienen una memoria tan pequeñita que rara vez recuerdan el lugar dónde han estado cinco minutos antes.
A veces estaría muy bien ser como los peces, ¿verdad? De ese modo podríamos olvidar aquellas cosas que hemos hecho mal, aquellas de las que nos arrepentimos, aquellas que nos han causado daño… Podríamos olvidar los días tristes, las noches llorando, los momentos de soledad, los minutos viviendo como si de un mero trámite se tratase. Pero no recordar todo esto también implicaría no recordar los momentos que nos hacen felices… ¿Estarías dispuesto a ello?
Yo prefiero vivir como hasta ahora, vivir recordando todo lo que he hecho, esté bien o esté mal; porque así puedo recordar cada buen momento, cada lágrima, cada sonrisa, cada abrazo, cada persona que como alguien importante ha formado parte de mi vida, cada consejo que me han regalado, cada bonita tarde que he tenido gracias a los que me quieren, cada minuto perdiendo el tiempo y siendo feliz. Por ello; en definitiva, prefiero vivir así porque puedo recordar cada pequeño detalle del que he construido mi vida… Porque así puedo recordar que me han querido y que he querido y que aunque no haya sido merecedora de todo lo que han hecho por mí, a fin de cuentas, lo han hecho; y me quedo con esos recuerdos.
No quiero tener memoria de pez porque me faltarían los recuerdos de los momentos vividos a tu lado, y ellos forman algo que no cambio ni por el simple hecho de seguir viviendo…

mi vida.


Mi vida es cómo un mechero. Al principio saltan chispas, de las que no se puede esperar un resultado fijo. ¿Se encenderá, se apagará? No se sabe, el tiempo dará la respuesta. Una vez que se enciende empiezas a soñar, lo ves todo al revés, confundes la realidad de tal manera, que cuando de repente se apaga, te derrumbas. Y es que en la vida no se pueden esperar momentos buenos, ni malos. La vida cambia. Un día te despiertas tocando las nubes y te acuestas tirada en el suelo con mil heridas que no tienen cura, un millón preguntas que no tendrán respuestas y un billón de respuestas de las que nunca te has planteado la pregunta. Sólo espera, ten paciencia. Porque el tiempo te dará la respuesta. Porque el tiempo va cambiando, pero la gente también. Porque aún queda un camino en la vida que debes escoger.

Si saltas tú salto yo... ¿Recuerdas?

miércoles, 9 de febrero de 2011

Tengo miles y miles de defectos. Soy tonta , caprichosa. Soy incapaz de callarme. A veces me vuelvo loca, grito, soy incapaz de razonar, descarada, maleducada, orgullosa, soy inocente, a veces infantil. Siempre se me olvidan las cosas: los días, el movil, las llaves...en fin, todo lo importante. Ademas soy impulsiva, ni pienso lo que hago, ni lo que digo. Pero a pesar de todo esto, adoro el color de mis mejillas cuando él me dice lo lo mucho que me quiere, el cosquilleo de mi piel cuando me mira de arriba abajo y la sensación de mis labios cuando me da un beso.

:)

Dibujar su nombre por todos lados. Sonreír cuando te habla como si fuera lo más gracioso del mundo y decirle con esa vocecita que es tonto. Obsesionarte con las llamadas perdidas, su voz y sus mensajes. Esa sensacion cuando te toca, te mira, te habla,. Creer en que su olor forma parte de cualquier molécula de oxigeno que respires, que sus pupilas van a acabar de trasfornarte, porque sus ojos azules son encantadores. Tararear esa canción porque así te acuerdas de él en todo momento. Eso, justo eso, es de lo que te hablaba